Nos disponemos a terminar de ver el STANLEY PARK, pero esta vez decidimos alquilar unas bicicletas para que nos diera tiempo a verlo entero. Así que con nuestras bicis y nuestros cascos volvemos a hacer el camino del otro día, con sus totems, sus tiendas de souvenirrs/arrticulos de coña... Esta vez conseguimos llegar al faro,
continuamos por el interior del parque para llegar al Beaver Lake (tengo que ver algún castor, si o si)
Pues no, no había castores. El lago muy bonito, que dicen que llega a desaparecer por la expansión de las flores, pero sin castores.
Seguimos con las bicis hasta llegar a la zona de playas urbanas, que son tan urbanas que el agua tiene manchas de crudo, puedes ver los buques de fondo... vamos, ideales para darse un baño. Y eso sin contar con la temperatura del agua, claro.
Y ya, cansados de pedalear y después de comer el pero perrito y las peores patatas fritas del mundo, devolvimos las bicis y, como no, de paseito al hotel a descansar.
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