VICTORIA, Vancouver Island 17/06/2013-30/06/2013 (2ª Parte)

Por cierto, no comenté nada de nuestra "host" Kris. Es una mujer de unos taytantos (no la preguntamos la edad), del norte de California, que ha vivido por todo el mundo. Sabe hablar chino y algo de español, aunque con nosotros no se atrevía (pero sí entendía, así que teníamos que estar al loro de lo que decíamos, jajaja). Nos trató super bien y siempre intentaba que no echáramos mucho de menos la comida española, así que la pobre nos compraba queso manchego (a 10$ 150gr), aceite de oliva (a 9$ 500ml) y hasta nos compró un paquete de jamón serrano (hecho en canadá, por supuesto, a 9$ los 150gr), así que después de esos detalles, procurábamos ayudarla en todo lo que podíamos. Cocinábamos, limpiábamos la cocina, sacábamos al perro de paseo e incluso hacíamos pequeñas compras nosotros (aunque luego ella nos regañaba). Así descubrimos que: todo es super caro en BC debido a los impuestos (aparte de que los precios siempre van sin ellos, así que cuando pagas el chasco es mayor) y también a que prácticamente todo son productos biológicos y de la zona (sólo importan productos que no pueden cultivar aqui).
Así que mientras comíamos casi como en casa, seguíamos currando en la famosa pared.


Bueno, en este caso yo estoy haciendo la foto y ellos currando, pero yo también curraba, eh?.

Mientras tanto, seguíamos disfrutando de la casa y de esa maravillosa ciudad (no me importaría vivir allí, poca gente y todos los servicios que puedas necesitar, además de bonita, claro). Aparte de enamorarme de la gata.



Esta foto es en Wharf St., que viene a ser el paseo marítimo de la Bahía James (James Bay). Además de tener unas vistas muy bonitas para ir paseando, como aquí (al igual que en EEUU) la gente no pasea, sólo los turistas y no todos, también tienes la opción de darte una vuelta por la bahía en taxi.


Se acercaba ya el final de nuestra estancia en Victoria (snif, snif) y no nos queríamos ir sin visitar el Royal British Columbia Museum, que tenía muy buena pinta y además tenían una exposición que parecía bastante interesante sobre la carrera entre ingleses y noruegos para llegar los primeros al Polo Sur ("Race to the End of the Earth").



De esa exposición no tenemos fotos (estaba todo muy oscuro) pero sí recogimos montón de información y claro, ahora entiendo mucho mejor porqué ganaron los noruegos y además volvieron vivos. Aquí os dejo un breve resumen:
- Los ingleses, con Robert Scott en cabeza, mal equipados (ropa de lana), demasiada gente (científicos, exploradores, ricos que pagaban por ir de paseo...), pocos perros de tiro, y ponis!!!! (nadie sabe porqué). Al final, los ponis muertos, los perros lo mismo, los científicos investigando (que está muy bien, pero no para unas prisas) y la gente con la ropa de lana congelada, os podéis imaginar la catástrofe. Y aparte de todo lo que pasaron, llegan al Polo Sur y ven que ya está la banderita de los noruegos, así que con la depresión que tenían se vuelven a la base y se mueren a muy poca distancia del campamento base.
- Los noruegos, con Roald Amundsen a la cabeza, éste ya tenía algo de experiencia en situaciones similares, así que fue listo y se llevó ropa de piel de foca o caribú o algo así, muy poca gente y una burrada de perros de tiro. Estos, obviamente, estaban más abrigaditos; sí se les murieron muchos perros en el camino pero tenían muchos más de repuesto y como eran pocos, la cosa fue más ligerita. Así que... llegaron los primeros.
Todo esto muy bien explicado (no como yo ahora), y con mucha parafernalia original expuesta. La verdad que me encantó.

También había una exposición de Historia Natural (tambíen interesante aunque más común) con sus ñuses y mamuses.

En otra planta había una galería de Historia, de cuando comenzaron a llegar los europeos al Oeste de Canadá con su tren, y cómo empezaron a cargarse la zona (bueno eso no lo dicen, pero ya te lo imaginas tú).

Y la parte que más nos gustó, como no, fue la Galería de las Primeras Naciones (vamos, la historia de los aborígenes).
Con sus Longhouses:


Sus totem poles:


Sus tipis:



Tenéis que disculpadnos por la calidad de algunas fotos, pero la iluminación no era muy buena.

También apareció por algún sitio el plano del edificio del Parliament


Algún día después, mientras nos fumábamos un cigarro en el porche de la casa, aparecieron Flan y Wendi y se ofrecieron a llevarnos de paseo... en coche, por supuesto. Creo que nunca me acostumbraré a eso, pero ya que habían tenido el detalle les dijimos que sí. Después de unas vueltas por distintas playas y sitios curiosos nos llevaron a una colina (que no recuerdo cual era) para ver las vistas de la ciudad. Las montañas que se ven al fondo son de EEUU.




Un par de días antes de irnos, llegó a casa de Kris, un workaway rescatado. Era un chavalín alemán que había caído en una granja horrible y le había pedido asilo a Kris en su casa. Y Kris, como es tan maja, le dijo que vale, pero que sólo un par de días ya que se venía con nosotros a nuestro siguiente destino.
Mejor no comento nada del alemán, pero vamos, como ese sea el futuro de Alemania, la Merkel debe estar temblando...

El último día, fue uno de los más calurosos que tuvimos en toda la quincena y, como era dominguito, nos fuimos a la playa, como buenos domingueros (o sundayers, palabra que le gustó mucho a Kris). Playa canadiense, claro, con sus piedras, sus troncos que llegan del mar, su agua gélida. Que, por cierto, no sé si he llegado a dar este detalle, pero si por alguna desgracia te caes a ese agua (en cualquier lugar de la costa oeste de Canadá) sin neopreno, sobrevives unos 15 minutos... así que ya te puedes dar prisa en intentar salir, eso si no te quedas congelado en el momento.


Si recordáis lo que os comenté de la frontera con EEUU, imaginad lo cerca que estábamos (incluso siendo una isla) que cuando te acercabas a esta playa, el móvil te daba la bienvenida a Estados Unidos.

Después de la playita nos fuimos a Beacon Hill a dar un pequeño paseo (en coche hasta que no podíamos subir más y luego una pequeña caminata).





Y después de las fotitos de rigor, a preparar la maleta para el día siguiente. Dejábamos la costa y nos adentrábamos en el continente. Destino: Penticton.

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